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Turismo literario


Alberto Manguel y Gianni Guadalupi han concebido una enciclopedia para quienes nos gusta leer. Para quienes nos implicamos tanto en la lectura de obras de ficción que esa ficción acaba formando parte de nuestra realidad. Para quienes hemos viajado, a lomos de nuestra imaginación, a los lugares imaginarios de nuestras novelas favoritas. Para quienes visitaron la señal del andén 9¾ de la estación de King Cross después de leer a Harry Potter.

Las ilustraciones de Graham Greenfields y los mapas y planos de James Cook hacen el resto, convirtiendo así esta Breve guía de lugares imaginarios en un compendio de sitios de fantasía que bien podrían figurar en cualquier libro de viajes oficial.

Tal y como cuenta Alberto Manguel:


Este libro comenzó una tarde de 1977, cuando Gianni Guadalupi me propuso escribir una guía de turismo que sirviese a quien quisiera visitar la antiquísima (e imaginaria) ciudad de Selene creada por Paul Féval en su novela “La ville vampiro”. De esta imprescindible idea surgió el deseo de guiar al viajero por otras ciudades igualmente ficticias; de las ciudades pasamos a los países; de países a islas; de islas a continentes.


Ambos, pues, compilaron varios años de lecturas en español, francés, alemán, inglés, italiano, ruso y varias lenguas orientales al estilo de las enciclopedias geográficas del siglo XIX. Aunque excluyeron lugares como Balbec de Proust, Wessex de Ardí, Yoknapatawpha de Faulkner y Barchester de Trollope por considerarlos disfraces o pseudónimos de lugares que ya existen.
Cualquier amante de la literatura disfrutará sobremanera de esta guía amplísima (no he contado los lugares referenciados, pero estoy seguro de que hay más de 1.000). No sólo para descubrir nuevos mundos sino también nuevas novelas, o también para rememorar viajes que ya hicimos en el pasado mediante nuestra imaginación.






Se nos dice que Alali está situado en el corazón de las Grandes Espinas, en África, y se llega a él atravesando una estrecha garganta erosionada "por los elementos en la arquitectura caprichosa de un sueño". Que para llegar a Arnheim es preciso realizar un extraño, largo y cambiante viaje fluvial en dos etapas. Donde-nadie-habla es un "país situado dentro del sonido de nuestra propia voz", y al País del Espejo se accede entrando en las dependencias del decano de cierto college de Oxford, encaramándose a la repisa de la chimenea -cuidando de no rozar los vasos de flores secas- y atravesando el cristal de un gran espejo que allí mismo hay ubicado.


Varios están gobernados por mujeres, y se trata de lugares en los que a menudo los hombres están esclavizados, proscritos o simplemente son desconocidos, como ocurre en un país submarino llamado Capillaria, situado entre Noruega y Estados Unidos, donde sus habitantes, hermosas, altas, de flotantes cabelleras y con capacidad para autorreproducirse, visten amplias capas que al andar se abren y dejan ver una piel translúcida, que transparenta sus órganos internos. En Erewhon "la enseñanza se imparte en los Colegios del Desatino, donde sólo se estudia lo hipotético". El Reino de Afania cuenta con un código especial para los delitos literarios y un Tribunal de Letras. Algunos de los habitantes de Jansenia poseen dos corazones, condición "que explicaría la notoria falta de sinceridad que les caracteriza". En Presente, los nativos no tienen memoria: cada momento es nuevo y perfecto; nada cambia, nada tiene futuro.

Realmente hay sitios increíbles, la mente de un creador puede multiplicar los mundos: en la ciudad de Gramblambla existe un famoso museo que el viajero no debe perderse, en el que están conservadas en grandes y herméticas botellas de cristal siete célebres familias que, "tras haber caído en desgracia por culpa de la mala conducta de sus hijos, se escabecharon ellas mismas con mucha cayena, brandy y vinagre". En la Isla del Termómetro el viajero se asombrará al descubrir un instrumento extraño: "un clave que en lugar de producir notas musicales gradúa los colores según la escala de sonidos". En Helikonda se encontrará con el optófono, artefacto "que trasmuta cualquier objeto en su equivalente musical". Pero también se nos advierte que en ocasiones las costumbres del lugar pueden parecernos crueles (la advertencia es explícita y plenamente justificada en el caso del Reino de los Abdales, donde la piel de algunos ajusticiados se curte en orina y se vende luego a las damas elegantes como finísimo material para sus vestidos).

Y además, resulta fascinante advertir en sus referencias bibliográficas cómo es rigurosamente cierto que hay pasadizos que comunican todos los libros.



Breve guía de lugares imaginarios es una obra muy recomendable, exhaustiva, erudita, entretenida de leer y que no sólo incide en obras clásicas, sino también en lugares mucho más contemporáneos, como los creados por Michael Crichton o J. K. Rowling (aunque la mayoría de obras, todo hay que decirlo, tienen una media de 50 años de antigüedad o incluso más).

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